La Iglesia de Nuestra Señora de los Milagros se encuentra en la Plaza de la Constitución, junto al Distylo, que hasta la década de los 60 del siglo pasado formó parte del campanario del templo.

Este edificio, originario del siglo XIII, es la construcción más antigua de la zona, aunque sufrió reconstrucciones en los siglos XV y XVII, lo que hace que no pueda ser encuadrada en ningún estilo artístico concreto.

La fachada, que presenta ojos de buey, pequeñas ventanas o troneras y epigrafías romanas, está realizada con sillares de piedra granítica, y de ella sobresalen la estructura ochavada de la cabecera, su capilla adosada y la torrecilla.

En el interior, el cuerpo principal consta de una única nave con tres tramos, cubierta por bóveda de lunetos, coro a los pies sobre pilares graníticos y cabecera cuadrangular. Esta, que corresponde a la parte más antigua de la obra, resulta de mayor altura que la nave, cubriéndose mediante cúpula ochavada sobre trompas, con crucería estrellada. A este cuerpo principal se adosan, por el lado de la Epístola, una nave menor remodelada en el siglo XVII, compuesta por cuatro capillas con bóveda de arista, y otra mayor, de traza gótica, con cubierta de nervadura, aneja a la cabecera. Por el lado del Evangelio se abren otras capillas, con cubiertas de crucería y portadas de rica labra gótica, estilo al que también corresponde el púlpito y la escalera existente en la Sacristía.

Tiene dos puertas de acceso; la principal es de estilo gótico, con arco de medio punto, arquivoltas en piedra granítica, y la puerta trasera es de estilo protogótico con arco apuntalado en piedra granítica igualmente. Existe otra puerta, la del campanario, de estilo románico con arco de medio punto y coronada con el escudo de la familia de los Zúñiga