Los restos corresponden a uno de los denominados recintos-torre de La Serena. Conserva parte de su paramento exterior realizado con piedra granítica de tamaño ciclópeo. Los restos hallados en su entorno inmediato avalan su pertenencia a los últimos momentos de la Protohistoria, siendo reaprovechados por los romanos desde los primeros momentos de la conquista. Tiene planta cuadrangular y su interior debió estar compartimentado, si bien la deposición de los sucesivos siglos impide conocer su distribución interna. El recinto está rodeado por otras estructuras a modo de anejos al edificio principal de las que se conservan sus cimientos.